La mayor concentración de chilenos demandando un nuevo trato. Viernes 25 Octubre 2019.



Copiado de por ahi...

La masividad de la marcha de hoy y su pasividad, visto por los ojos de la tv chilena y el gobierno es una pésima señal. Le bajaron completamente el perfil a la movilización.

 Están centrándose en el jipismo, en la forma y no en la demanda.

Piñera acaba de decir que comenzará a implementar su paquete de migajas porque ya escuchó y la gente sale a marchar enojada, pero no se enoja tanto.

 Se juntan miles a protestar pero van con guaguas, cánticos, pilsen y batucada.



El gobierno dice: podrán ser millones, pero ni estando a metros de la moneda son capaces de hacer una locura que nos ponga en riesgo a nosotros. Dejemos que se junten y celebren, total, se terminarán aburriendo.

Este escenario ya lo vivimos varias veces en este siglo y terminó en nada. 2006, 2011/12 y 13. Pasó con los profesores. Lo transformamos en una fiesta y si no apretamos rápidamente, erramos.

Me hago absolutamente responsable de mi análisis porque no sólo está en juego todo el esfuerzo que hemos hecho estos días. Está en juego la vida y la dignidad, nuestros muertos, nuestros heridos y detenidos.

Nos estamos felicitando antes de tiempo, todos en casa descansando, tomando tecito o cervecita. Casi nadie en la calle. No suenan las cacerolas y tampoco se ven fogatas. Esta noche se parece a un abrazo al paco amigo.

Nos falta disciplina, no de imposiciones, entender que el espacio de la protesta no es juego, es serio porque vivir una vida distinta requiere de toda la solemnidad y la seriedad.

Dime si no te ha gustado llegar temprano a tu casa a compartir. Hacer que eso llegue a ser una realidad, depende de este momento y de cómo sigamos enfrentando la movilización.

Debemos mantener un ritmo, una maratón no termina hasta llegar a la meta.



Hoy salimos a la calle millones de personas a gritar y nada más. Esto no provoca ningún daño al poder. Sólo nos desgasta.

Debemos presionar, presionar y seguir presionando.

Debemos salir a la calle a exigir, no a celebrar. No es el momento.
A todos nos gusta celebrar, a todos nos gusta reír, a todos nos gusta bailar. Pero hoy estamos en la calle porque vivimos bajo un yugo, porque nos están matando, porque nos están deteniendo, porque nos están torturando, porque están los milicos en la calle, porque nuestros abuelos son pobres, porque nos morimos en salas de espera en los hospitales, porque no tenemos acceso a la vivienda, porque la educación vale callampa, porque están militarizando nuestros liceos, porque tenemos miles de justas razones.

Ojo gente linda, no hay nada que celebrar y el ser autocomplacientes hoy es mala opción.





Este país no puede volver a la normalidad, no hasta conseguir nuestro objetivo.

No podemos celebrar si Piñera sigue en el poder, no podemos celebrar si todavía están los milicos en la calle, no podemos celebrar hasta honrar el sacrificio de los que ya no están entre nosotros.
No tenemos derecho a cansarnos o a aburrirnos.

Y créanme que no lo digo en la comodidad de mi vida burguesa. Vengo de una familia de trabajadores independientes, de esos chilenos que si no trabajan no comen. Llevamos más de una semana de movilización y nosotros llevamos el mismo tiempo sin trabajar.
Nos sumamos a poto pelao entendiendo que el mundo no gira en torno a nuestro ombligo y porque también soñamos con heredarle a nuestros hijos un país donde valga la alegría vivir.

Fotos: Agencia Uno, Diario El País de España.

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